EL BLOG DE JULIO STOUTE

EL BLOG DE JULIO STOUTE
TODO EN ARTÍCULOS, OPINIÓN Y PROYECTOS DE INTERÉS SOCIAL E INFORMACIONES VARIAS.

Seguidores

miércoles, 12 de septiembre de 2012

BREVE ENSAYO SOBRE LA CONDUCTA HUMANA O AXIOMA DE LA SENSIBILIDAD



SERGE MOSCOVICI
Autor: JUSTO ALDÚ 


Autor: JUSTO ALDÚ

Tal como dijera en días pasados un gran amigo, las ideas van y vienen, en realidad son las mismas. Aquello que otros pudiesen calificar como nuevo, tan solo es una vieja idea modificada. Este es el caso de los famosos lemas o eslogans.
Comenzaremos por definir claramente, que los lemas o eslogans no son más que "fórmulas" o frases breves con un fin, ya sea publicitario o propagandístico. Sean verdad o sean falacias, calan en las mentes de quien las lee o las escucha e inciden en un área del cerebro donde radica el raciocinio, modificando de forma directa la toma de    decisiones del sujeto pasivo.
Ahora bien MOSCOVICI, famoso investigador, observo todos los cambios de la sociedad que lo circundaba, entre ellos, los producidos por los lemas o los eslogans, si así se quiere llamarlos. También se fijo en la asociación de ideas que tiene el ser humano (objeto-causa-efecto) y algo más importante. ¿Qué representa para este? La respuesta a la que llegó es clara, estos  (los lemas o eslogans) son los mecanismos para describir la realidad en base a presupuestos teóricos.
MOSCOVICI, se dio cuenta de que había todo un sistema de significados y símbolos en la sociedad, y que venían determinados o influenciados por el contexto. Para hacerlo más comprensible: La realidad social es compleja, porque conlleva una interdependencia de los fenómenos sociales que en ella subsisten. Siempre hay un carácter cíclico y una permanente búsqueda de cambios. De allí, el famoso investigador dio a luz la TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES. Y es sumamente importante para entender la conducta humana.

Tal vez en éste momento estemos sentados frente al monitor. Pues bien, éste representa para nosotros, parte de nuestra vida diaria, lo que leemos ahí, bien puede determinar nuestro comportamiento como seres humanos. Y sabemos que en conducta humana del diario vivir es importante el no hacer daño, o sea, no hacer el mal, no matar, no robar, no ofender a nadie y jamás faltar al respeto a ninguna persona, sea quien sea y haga lo que haga. Todo eso es importante de verdad. Una palabra puede convertirse en una reacción en cadena o en un nuevo accionar en nosotros y en honor a la verdad, casi nunca pensamos que es también importante  estar siempre atento al sufrimiento, de manera que nunca jamás nos quedemos indiferentes ante el dolor, la soledad, la indignidad y la vergüenza que puedan pasar los demás. El que está atento al sufrimiento, a la felicidad o a la desgracia de los otros, ése es el que organiza su conducta, más que en el cumplimiento del propio deber, en la satisfacción de la necesidad.

Vivimos asustados, cada día más asustados y, en ocasiones, auténticamente angustiados, porque hemos hecho un mundo tan violento, que ya nos resulta insoportable. De esto se ha escrito tanto y ha sido analizado desde tantos puntos de vista, que a estas alturas tenemos la impresión de que poco o nada queda por decir sobre esta materia. Y sin embargo, queda por decir que más daño que la violencia de los violentos, peor y más dañina es la indiferencia de los indiferentes, porque carecen de sensibilidad, la misma que exhibió Cristo, Mahoma o tantos otros representantes de todas las religiones, asambleas, etc del mundo entero.
Hace años, algunos creativos de compañías publicitarias insertaron los llamados “anuncios flash” o subliminales. Anuncios que eran de corta duración, que apenas eran percibidos por el ojo humano en el transcurso de una película. Algunos eran de una conocida marca de gaseosas y decían “toma c…c… y refresca tu sed”, pues bien, al final de la película, el espectador se levantaba de su asiento e iba directamente a “tomar” el producto. Influenciado subliminalmente por estos mensajes. Hoy día, no es necesario bombardear la mente con propaganda subliminal, puesto que se ataca directamente la sensibilidad y en torno a ésta se construyen representaciones sociales que bien pueden ser equívocas o no, pero mueven la sensibilidad y actúan sobre la conducta humana.

Sobre este planteamiento de fondo, es de notar que, mientras el bien se enjuicia por lo que cada uno hizo, por el contrario el mal se valora en función de lo que cada cual dejó de hacer. Es decir, cuando se trata de enjuiciar el bien y el mal, no sirve el mismo criterio para lo uno que para lo otro. El bien no se mide ni sólo ni principalmente a partir del lema de no hacer daño. Por tanto, no vale decir "yo soy bueno porque no robo ni mato:
Un individuo puede pasarse la vida sin matar una mosca y, a la hora de la verdad, puede resultar que haya sido una mala persona. El mal no se mide ni sólo ni principalmente a partir del criterio de hacer daño. Por tanto, no vale decir "yo soy malo porque robo y mato". Un individuo que ni roba ni mata puede ser sumamente peligroso en este mundo.
Conclusión: “De todo esto: hemos nacido en una cultura y nos han educado en unas instituciones que nos han formado para cumplir con nuestros deberes, pero no tanto para vivir atentos a las necesidades de la gente. Por eso, los mejores de entre nosotros, a lo más que llegan es a ser buenos cumplidores. Pero es muy raro encontrar personas de verdad sensibles al desamparo y a la necesidad de estima, respeto y cariño que tiene cualquiera, sea quien sea. Por eso nos horroriza tanto la violencia, el terrorismo, la maldad de la gente. Pero nos parece enteramente normal que haya personas "intachables" que pasan por la vida dejando a su lado riadas de dolor y desasosiego.
Siempre me ha impresionado lo que dijo el gran defensor de los derechos humanos en los Estados Unidos, 

Martin Luther King
"Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo XX, 
no nos parecerán lo más grave las fechorías
de los malvados, sino el escandaloso silencio
de las buenas personas".

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...