VIOLENCIA, EL CÁNCER DE UNA SOCIEDAD

VIOLENCIA: EL CÁNCER DE UNA SOCIEDAD
Autor: JULIO STOUTE
**Artículo publicado por el semanario CONCIENCIA y el rotativo EL PANAMÁ AMÉRICA.


Hace algunos años, podría considerarse que el cáncer era una enfermedad incurable, pero el ser humano siempre ha buscado de una u otra forma la solución a sus propios problemas. Ahora bien, todo ha evolucionado y la enfermedad que antes se consideraba incurable ya no lo es y si tienes una enfermedad que se considera de las más terribles. Hoy puedes con la ayuda de los avances médicos vivir 10 o 15 veces más, minimizando tu sufrimiento y en el mejor de los casos morir cuando te toque hacerlo.
Pero si bien algunos de los más serios males que atacan al ser humano se han superado y se ven hoy de una forma diferente; no menos cierto es que hay males que han evolucionado hacia la parte negativa y como un cáncer en el momento menos indicado está carcomiendo las entrañas de una sociedad tan querida como la nuestra. Los crímenes se cometen con más saña, las diferencias se solucionan con balas y la poca tolerancia que existe por doquier es realmente sorprendente.
La educación es una de las teorías que más se esgrimen para combatir este mal social, y ésta entra por casa, pero si los padres no existen o si lo que se ve en ella no es el mejor ejemplo, entonces ¿qué tenemos?, “desintegración familiar”, donde lo que impera no es la mejor opción y gana la calle. Por otro lado está la escuela, con sus huelgas, maestros y profesores con comportamientos no adecuados o no acordes y eso si hay maestros o profesores porque en muchos casos están los salones y los alumnos, pero hay acefalia de educadores o de salones donde brindar enseñanzas con un sistema educativo enfermo y en silla de ruedas (suena tétrico este panorama ¿no?).
La tendencia a la observación y al análisis, también caracteriza a nuestras actuales generaciones, debemos buscar soluciones innovadoras, tal como lo demandan los actuales tiempos. Ya es tiempo de concluir que debemos implementar programas acordes con la realidad para terminar de una vez por todas con aquello de que: “para que lloren en mi casa, que lloren en la tuya” o “si pasan para allá los matan” –todas éstas representaciones sociales absurdas- de Violencia y que se le dé el valor que realmente tiene la vida. ¿Será que toda represión y todo obstáculo, estimula indirectamente el mal que trata de impedir?
Tal vez seré pesimista o fatalista, pero no dejo de orar que es lo más importante para que alguna vez se produzca el cambio de actitud ante la violencia y se implementen leyes y programas que produzcan soluciones efectivas tutoriadas por el estado u otras instituciones interesadas en el tema ¿no lo cree usted?